Editorial 137
Para
lo que el hombre no quiere hacer, achaque ha de poner
La
apuesta de los gobiernos por una educación que aproveche al máximo
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) suele
venir empaquetada en una gran promesa: ordenadores para todos los
alumnos y conexiones a Internet para tal fecha. Ahora bien, aun en el
supuesto de que tales objetivos se cumplan, queda pendiente un
rosario de preguntas del que, a fin de cuentas, depende el éxito de
todo el intento: ¿qué uso harán los maestros de estos recursos
tecnológicos? ¿en qué se convertirán las asignaturas que han
venido impartiendo desde que se formaron en el magisterio? ¿cómo
emprenderán el tránsito desde los libros hacia la prometida
educación multimedia? Y, el contenido de esta educación, ¿dónde
estará? ¿en soportes de CD-Rom, en línea en Internet o en
servidores a los que se conectarán para obtener sólo el material
necesario? ¿Se abrirá entonces una competencia feroz entre
industria multimedia y alumnos por elaborar contenidos educativos a
medida que las TIC aumenten su sencillez de uso y abaraten sus
costos? Por no cansarnos con preguntas, ¿cuál será el ámbito
tecnológico del aprendizaje: redes cerradas que reproduzcan
estructuras escolares reconocibles, o redes abiertas que requieran el
diseño de nuevos entornos educativos? Todo esto apunta, en
definitiva, a una de las problemáticas más complejas de la Sociedad
de la Información y que no suele mencionarse en las grandilocuentes
promesas oficiales: la nueva relación maestro-alumno y la
orientación global del proceso educativo. Y todo esto fue materia de
debate en la Jornada Internacional de Nuevas Tecnologías Multimedia
en la Educación, que organizó la semana pasada en Barcelona la
empresa Zetamultimedia y que sentó alrededor de una mesa a
representantes de la industria de contenidos multimedia y de las
administraciones educativas de México, Venezuela y las comunidades
autónomas de Valencia y Catalunya.
Las
conclusiones más interesantes de este encuentro podríamos
resumirlas en varios puntos:
1.--
Una educación firmemente apoyada en las TIC tiene que negociar su
implantación con las situaciones heredadas,
como ha reconocido el gobierno británico. Hace unos meses, Tony
Blair lanzó su gran proyecto educativo: todos los colegios, escuelas
y bibliotecas estarán conectados a Internet para el 2002. Gobierno e
industria han asignado miles de millones de dólares a este objetivo.
Pero tras el eslogan viene la realidad. En Gran Bretaña, el 58% de
los ordenadores instalados en las escuelas primarias y el 38% en la
secundaria son de la marca Acorn, que no son compatibles ni con los
PC actuales, ni con los Mac. De ahí que todo el proyecto cuente con
el apoyo de Bill Gates, pues de lo que se trata ahora es de renovar
todo el parque de ordenadores para trabajar con el entorno Windows.
Además, la vasta mayoría de las máquinas no están en las aulas,
sino en las bibliotecas, las aulas informáticas o las casas.
El
segundo paso del proyecto es la formación de maestros y alumnos. El
gobierno ha creado dos instrumentos, la Red Nacional para el
Aprendizaje (National Grid For Learning), compuesta de un complejo de
webs donde se acumulan nuevos materiales y un índice de las mejores
prácticas, y un Centro Virtual para la Enseñanza (Virtual Teaching
Center). Además se ha organizado una lotería nacional, cuyos fondos
estarán dedicados a entrenar a los maestros, sobre todo para
familiarizarse con las máquinas y los programas más habituales, en
particular los de tipo multimedia.
Las
iniciativas comerciales tendrán también su propia red para que los
maestros conozcan la oferta del mercado. Esta es la primera vez que
se producirá un encuentro de este tipo "a pie de aula"
entre la industria y los maestros, aunque será a través de
Internet. Alan Buckingham, director gerente de Dorling Kindersley's
Multimedia , una de las principales corporaciones del mundo en
materiales educativos multimedia, señaló que estos contenidos
plantean un proceso de aprendizaje tanto para el maestro como para el
alumno a través de una relación interactiva (de hecho, Dorling
Multimedia va a cambiar su nombre a Dorling Interactive Learning).
Por tanto, la industria tendrá que mantenerse al tanto de la
evolución del proceso educativo para orientar sus productos. Según
Buckingham, las TIC están potenciando el cariz investigador de los
niños, quienes cada vez más trabajarán con modelos y con
simuladores, herramientas imprescindibles para percibir el mundo.
2.--
A Internet se llega de muchas maneras...
Guillermo Kelley, coordinador general del Instituto Latinoamericano
de la Comunicación Educativa (ILCE), integrado por 13 países, pintó
el escenario más común en la gran mayoría de países del mundo: el
déficit en infraestructura de telecomunicaciones, la pobreza (y
lentitud) de las conexiones y la necesidad de "puentear"
estos cuellos de botella para aprovechar las oportunidades que ofrece
Internet. La solución ha caído literalmente del cielo. El ILCE
promueve la Red Satelital de Televisión Educativa (Edusat) de
México. Por medio de seis canales de televisión (12 en enero) y 24
de audio, la red cubre todo el territorio mexicano y gran parte de la
región centroamericana. Sólo en el primer país hay 20.000
receptores, pero el objetivo es llegar a 150.000 escuelas en 1999.
Kelley abogó por la convergencia TV/PC para hacer llegar Internet
por TV gracias a la banda ancha que ofrece el satélite, lo cual les
permitirá utilizar recursos multimedia, a pesar de las dificultades
en la señal de retorno. El objetivo es que todas las escuelas de
enseñanza básica estén conectadas a Internet con ordenadores
multimedia (20 alumnos por PC) para comienzos del próximo siglo.
Si
este objetivo se cumple, afirmó, la red Edusat puede convertirse en
la herramienta más potente para reequilibrar el territorio al
suministrar apoyo a la formación de los maestros y el desarrollo de
asignaturas dondequiera que se encuentren. En este contexto, el
CD-Rom se ha convertido en una pieza indispensable de todo el
proyecto. Es interactivo, ofrece información fácilmente localizable
y prepara de una manera ágil para lidiar con Internet. "Si
no es a través de materiales multimedia no hay forma de arbitrar una
educación que pueda llegar a todos a través de las tecnologías de
la información de una manera eficaz y barata,"
señaló Kelley tras explicar que en En México se hablan 56 lenguas
indígenas y hay 50.000 maestros bilingües.
...y
el maestro decide cómo usarla.
Alba Rocío García, directora general de Quantica (cuya dirección
web lamentablemente no funciona), presentó otro ángulo de la
educación: en vez de hacer hincapié en la cantidad, como han
propuesto los sucesivos programas de alfabetización desde los años
sesenta, puso el énfasis en la calidad. Alba explicó que en el
programa educativo de Venezuela , el maestro es la piedra angular.
"Si
no usa los materiales que se le proporciona, no hay tecnologías de
la información que valgan",
afirmó. La mayor preocupación del gobierno de Carabobo, que está
usando los trabajos de su empresa, es incorporar estas tecnologías
al curriculum como materiales didácticos. El objetivo es capacitar a
los maestros "para
evitar que los niños les arrollen"
y puedan ejercer su función pedagógica. En ambos casos --tanto el
mexicano como el venezolano y, en gran medida los demás--, la
cuestión es cómo hacer llegar la conexión a escuelas que no tienen
medios y que esta conexión permita la transmisión de materiales
multimedia, para lo cual los acuerdos con las compañías telefónicas
resultan imprescindibles.
3.--
No todos quieren a Internet.
La Generalitat de Valencia, acorde con su proyecto de Infoville, que
José Emilio Cervera, subsecretario para la modernización de las
administraciones públicas, definió como un concepto, una marca, ha
decidido que el objetivo de preparar a los niños para la Sociedad de
la Información debe ocurrir en una sociedad cerrada. En redes
telemáticas cautivas, surgidas del acuerdo entre la administración,
Telefónica y empresas de hardware, han comenzado a desarrollarse
iniciativas como el Infomarket, el Infosilio (para la Tercera Edad),
el Infocole y otros infos de distinto signo. La web diseñada por la
Oficina Valenciana para la Sociedad de la Información (OVSI) para
mostrar estos proyectos es de navegación compleja y plantea la duda
de si los usuarios son capaces de sobrevivir en un "recinto
electrónico" donde todo viene pre-empaquetado y con pocas
posibilidades de salir al exterior, a Internet. Según Manuel Escuin,
director general de la empresa Tissat (de Telefónica), el objetivo
del programa valenciano es que cada niño disponga de propio
terminal, uno de los cuales por aula estará conectado a Internet.
Cada colegio recibirá RDSI y programas interactivos por satélite.
Según los responsables de la OVSI, éste será el modelo que se
impondrá en todo el mundo. Aunque el proyecto resuelve sin duda
algunos de los problemas más conspicuos para la formación del
maestro, por ahora el mundo se está conectando a Internet y no
prosperan las experiencias cerradas donde se reproduce el esquema
tradicional del colegio y los niños utilizan el ordenador como si
fuera la pizarra.
Ferrán
Ruiz, director del programa informático educativo de la Generalitat
de Catalunya (PIE)
advirtió que los enfoques "top-down", de arriba abajo, en
los que se proporcionan soluciones que no toman en cuenta la
situación real, están condenados al fracaso. En su opinión, es
fundamental que los alumnos aprendan a utilizar Internet lo más
pronto posible e interactúen con los profesores a través de su
dominio de las TIC. Ruiz aclaró que utilizar la red y dominarla no
significa saber cómo funciona, sino qué hacer con ella.
4.--
Online, offline, CD-Rom, contenidos licenciados.
Una educación basada en las TIC plantea de inmediato la cuestión de
los contenidos y estos remiten a los sistemas multimedia. Mientras
había pocos ordenadores en las aulas, el costo de un CD-Rom era tan
exótico como su propia utilización como material educativo. Pero al
hablar de aulas informatizadas y conectadas a Internet, la situación
varía. Los costos se disparan y el empleo del formato aparece
incluso como irrelevante. Lo importante es su contenido y como
acceder a él. Esto plantea, desde luego, nuevos problemas para la
industria de los contenidos multimedia que, por ahora, no se ha
planteado todavía de qué forma va a participar en la revolución
que se avecina. La pregunta del millón es: ¿por qué no se pone el
CD-ROM en un servidor y se paga por una contraseña y el volumen de
uso? ¿Por qué no se licencian los contenidos y se los coloca en la
red? En suma, ¿qué es más importante en el campo de la educación,
el formato o el contenido?
Alan
Buckingham reconoció que el programa del Gobierno Británico y de
muchos otros gobiernos a los que ellos suministran materiales
multimedia están cambiando el mercado. "El
uso masivo de PC multimedia tiende a cambiar los usos y a variar la
composición del precio. Estamos estudiando licenciar los contenidos
con una contraseña o mediante algún tipo de suscripción que
permita el acceso a un servidor desde donde se pueden cargar los
contenidos".
Esta
fórmula apunta al nacimiento de un nuevo tipo de empresas
intermediarias encargadas de gestionar a distancia contenidos
desarrollados por otros, o por encargo, para el sistema educativo. La
educación en red llevará aparejada la comercialización de
contenidos en red para ahorrar costes de fabricación,
empaquetamiento, transporte, impuestos, etc. Además, como señaló
Pedro Acebillo, director general de la empresa Gestión del
Conocimiento, el disponer de los contenidos en red permitiría hacer
un seguimiento automático de la utilización del producto y se
podría comprobar el progreso del alumno y la forma como el profesor
mejora en la utilización de estas herramientas.
Kelley
propuso acuerdos globales con las empresas que les permitiera
utilizar sus contenidos multimedia por satélite porque el ancho de
banda irá creciendo constantemente. "En
dos o tres años, la ventaja del CD-ROM desaparecerá en pro del
ancho de banda y de potentes servidores".
Según todos los presentes, esta tendencia será imparable a medida
que la formación de los profesores aumente los costos de
capacitación al incrementarse el uso de los materiales multimedia.
Además, las autoridades educativas, los maestros y los alumnos
participarán también de una manera creciente en el diseño de
dichos materiales, lo cual exigirá sistemas más expeditivos de
comunicación entre estos y la industria. Mientras ésta, hasta ahora
ha desarrollado sus contenidos con un ojo puesto en el mercado
mundial, todo indica que esta política tendrá que incluir cada vez
un mayor compromiso con los propios de cada cultura.
5.--
El impacto cultural.
La relación maestro-alumno, la acción de la administración en el
cambio de modelo educativo, los aspectos más revolucionarios de éste
bajo las TIC al trasladar la carga de la prueba desde la enseñanza
al aprendizaje, el papel de la iniciativa privada en este proceso,
son algunas de las cuestiones donde los países se están jugando hoy
su futuro. Si todo esto se pudiera traducir en una sensación, ésta
sería: el poder político todavía no se cree que la escuela está
cambiando y que debe actuar. La ambivalencia entre la tecnofobia y la
tecnofilia produce una especie de parálisis que impide capitalizar
apropiadamente las TIC en las escuelas y colocar el acento (y la
acción) en los contenidos.
Para
Ferrán Ruiz, la cuestión básica es que los alumnos adquieran las
destrezas adecuadas a las circunstancias históricas. En los últimos
20 años, las TIC han resuelto muchos de los objetivos clásicos de
la educación: escribir, calcular, medir, discriminar, seleccionar,
buscar, agrupar. Y si el alumno no sabe utilizar estas capacidades
tecnológicas y no comprende las propiedades específicas de la
tecnología adecuada a cada circunstancia, quiere decir que no estará
preparado para funcionar en el mundo que le tocará vivir. "Lo
que sucede es que queremos seguir con los esquemas educativos
tradicionales. Ahí está el problema. En los países nórdicos están
tratando de desescolarizar en la secundaria, quizá porque una parte
de la educación se puede hacer en las empresas, entre otras cosas
por el tipo de tecnologías con las que estamos trabajando. Y esto
afecta al diseño físico de los centros y a la asignación de los
recursos. Por eso es insuficiente concentrar el gasto en la
capacitación de los profesores y en las infraestructuras".
Los contenidos, como parte de la capacitación tecnológica, sigue
siendo la piedra angular, por más que nos empeñemos en llenar de
ordenadores las aulas.
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