Buscar en LAFH.info
viernes 19 abril 2024
Secciones LAFH
Consultoría
Conferencias
Formación en red
Artículos
Agenda
Curriculum
GC-Red
Equipo
Servicios
Zona @rroba
> Artículos > El Temps Ambiental
Cumbrecracia +5

Autor: Luis Ángel Fernández Hermana
14/5/1997
Fuente de la información: Revista El Temps Ambiental
Organizador:  El Temps Ambiental
Temáticas:  Medio ambiente  Política 
La gran fiesta de Río-92 ha sufrido una degeneración muy propia de nuestro tiempo. En menos que canta un gallo, se ha convertido en una cumbrecracia repleta de funcionarios que recorren el mundo cumpliendo fehacientemente con su cometido profesional: discutirlo todo hasta la saciedad para que no se tomen decisiones significativas. El empuje de una parte considerable del planeta que levantó la ola de Río, se ha convertido ahora en una discreta fuerza que mantiene el vaivén de unas cuantas olas juguetonas. En este panorama, los compromisos que dieron cara y ojos a Río se han aguado más allá de todo reconocimiento posible. Por ejemplo, el tratado del cambio climático, una de sus piedras de toque alrededor de la cual parecía que se iba a construir un nuevo sistema mundial de relaciones energéticas, ahora tieoe menos contenido que una caracola del jurásico.

Por si esto no fuera poco, los foros que surgieron de la Cumbre para la Tierra han comenzado a enzarzarse entre ellos para tratar de controlar diferentes parcelas a las que, se supone, fluirán ciertas partidas presupuestarias suculentas. Es lo que ocurre entre el tratado de cambio climático y el de la biodiversidad, en el que tercia el de los bosques y, por supuesto, la comisión de desarrollo sostenible. El quinto jinete surgido de Río, el tratado de desertificación, no tiene un destino mejor. Pero son cinco cumbres cobijadas por la ONU, con todo su funcionariado, ONG, lobbies, delegaciones, etc. En cinco años, el mundo no se ha movido ni un centímetro hacia los objetivos fijados en Río. Si incluimos entre estos a una de las cuestione centrales --los cambios en las pautas de conducta de los países industrializados--, Río, entonces, ni siquiera parece que haya existido. Todas las variables del consumo industrial que nos llevaron hasta la bella ciudad carioca se han incrementado en los últimos años, desde el consumo de petróleo hasta el de la generación de residuos per cápita.

Este no es un diagnóstico que trata de ser descorazonador, sino lo más realista posible: Estos cinco años los hemos aprovechado para alejarnos lo máximo posible de cualquier cosa que pudiera parecerse al espíritu de Río. Quizá simplemente le estemos dando la razón a quienes sostienen que no haremos nada significativo por el planeta, sobre todo desde el punto de vista del comportamiento de las sociedades humanas que lo habitan, hasta que el colapso de los ecosistemas nos toquen directamente. El problema es que los expertos todavía no nos han dicho en qué consiste exactamente un colapso. Mientras millones duermen a la intemperie, o mueren de inanición, o dejan exagües sus territorios en busca de recursos para la supervivencia, o no encuentran el camino de regreso a casa, los demás estamos esperando que alguien nos diga cuando, con certidumbre meridiana, comienza un colapso y cómo actuar en ese caso.

La conclusión es que Río+5 nos deja, por ahora, un saldo bastante negativo.
Imprimir Recomienda esta URL
CATALÀ
Buscar por temática
 Búsqueda avanzada
LAFH en:
  • Google
  • Yahoo!
  • Ask Jeeves
  • Terra


  • ©LAFH, 2005. Todos los derechos reservados. lafh@lafh.info producido por gnuine