Fecha de publicación: 09/03/99
Editorial número 158
¡Qué buenos semos... mientras comemos! Los ingleses suelen decir que cuando pasen cien años nos reiremos mucho de nuestras actuales preocupaciones. Parece ser que Telefónica y las otras operadoras de telecomunicaciones se han plegado a esta filosofía. Lo más seguro es que mucho antes de un siglo nos reiremos alrededor de una cerveza de nuestras imprecaciones actuales. Pero, hasta que llegue ese momento, estas compañías nos están poniendo a prueba, como si tuviéramos que pagar alguna dolorosa penitencia por el hecho de querer trabajar con y desde Internet. En apenas dos años han logrado crear a su alrededor un sólido frente de oposición a sus políticas que ya lo hubieran querido para sí Karl Marx y los organizadores de la I Internacional a mediados del siglo pasado. Ni la presión de tipo sindical, como la ejercida por diferentes asociaciones de usuarios, ni la de los proveedores de acceso, han sacudido la piel de las operadoras. Ahora se abre un frente nuevo, el de los internautas autoorganizados dispuesto a presentar ofertas al mercado. Internet no dejará nunca de sorprendernos. Y nosotros no dejaremos nunca de convertir sus sorpresas en oportunidades. Dos internautas, amigos personales para más señas, han lanzado una iniciativa con el objetivo de romper el presente "impasse". El bebé se llama "3000ya" (1). La idea es bien sencilla: dejar de reclamar al Gobierno en plan sindical para que ponga firme a Telefónica. No va a suceder. En su lugar, la iniciativa de Alfons Cornella y Javier Creus apela a los propios internautas para que estos se agrupen y presenten una oferta clara al mercado. Y el primero que responda se llevará el pastel para su casa. El señuelo es una tarifa plana de 3.000 pesetas al mes (18 euros/m por acceso ilimitado). Las operadoras ahora tendrán la oportunidad de decidir por su cuenta. Si hay un número suculento de internautas dispuestos a firmar por este precio, ellas tendrán la siguiente palabra. El proyecto "3000ya" aparece justo cuando concluye el encuentro de Proveedores de Acceso a Internet (PAI) en Torremolinos tras ser convocados por ISOCANDA, el capítulo andaluz de la Internet Society. PAI de Asturias, País Vasco, Cataluña, Castilla-León, Madrid, Valencia y Andalucía acudieron al llamado, así como dos asociaciones de usuarios, la Asociación de Internautas --que negocia con el Ministerio de Fomento una tarifa plana a la que las autoridades dan largas con promesas vagas y a veces de una contenido utópico sorprendente en un gobierno de derechas-- y Andalucía en Red. La primera conclusión de la reunión señala la extrañeza de todos los asistentes ante la ausencia de las operadoras de telecomunicación, cuando la intención manifiesta del encuentro era la mejora de la calidad del servicio de Internet en España. Las siguientes conclusiones se refieren al pan nuestro de cada día: InfoVía Plus de Telefónica está batiendo sus propias marcas en cuanto a funcionamiento deficiente (pero no es la única, el servicio de Retevisión, al menos el nodo de Barcelona, parece su primo hermano); los costes se están disparando para todo tipo de internauta, ya sean individuales o empresariales; la única salida viable son las denuncias ante la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones y el Tribunal de la Defensa de la Competencia por lo que se considera como un abuso de posición dominante de Telefónica en favor de sus filiales. O sea, seguimos reclamando a una corporación autista. De las demás, como dicen las encuestas, "no saben, no contestan". Ante este panorama, sólo nos queda el camino de reunir a un número suficiente de internautas, con nombres y apellidos, capaces de alinearse detrás de una propuesta de tarifa plana y que, por la simple razón de la cantidad, consiga negociarla directamente con las compañías. Tomaremos nota de sus respuestas, de su flexibilidad a la hora de discutir, de su predisposición para abrir Internet y de abandonar esa política de considerar a la Red como si fuera un coto de su exclusiva propiedad. Si "3000ya" agrupa un volumen suficiente de interesados en llevar adelante la iniciativa, esperamos que no tengamos que perder más tiempo con las desconexiones, las tarifas, la lentitud en el funcionamiento de la Red o la espera a que lleguen tiempos mejores. Como se dice en la escueta página de "3000ya", la ausencia de una tarifa plana "está retrasando notablemente la introducción y el uso de Internet en Europa y especialmente en nuestro país: las personas están perdiendo oportunidades vitales; las organizaciones, capacidad de aprendizaje y radio de actuación; el colectivo de infroemprendedores, un mercado local fuerte. Demasiados riesgos sin ningún beneficio aparente". América Latina también se encuentra en este mismo barco. Y la iniciativa, aunque pregone la postura que los propios internautas ya ha dejado plasmada con huelgas en diferentes países europeos, está abierta por supuesto a todo el continente latinoamericano que sufre exactamente la misma política depredadora de las operadoras de telecomunicación. Ahora tenemos la oportunidad de decir lo que pensamos de ellas de una manera directa, organizada y sin intermediarios que danzan al son de estas corporaciones. La factura la emiten ellos, pero la pagamos nosotros. Ha llegado el momento de hacer valer nuestra capacidad de decisión. A ver si, por fin, podemos dedicarnos a cosas más interesantes que a preocuparnos de superar esta barrera que nos está dejando en el subdesarrollo en las puertas de una nueva sociedad. Bastantes obstáculos tenemos ya como para tener que añadirle además el combate contra este enemigo interno. |